Estrenar un coche es todo un gustazo: olor a coche nuevo, pedales resistentes, sensación de un volante firme… Con el tiempo, las piezas del coche van cediendo y la resistencia se va venciendo, notando un reblandecimiento de los pedales. Y cuando esto sucede al punto de que notamos los pedales demasiado blandos, especialmente el del embrague, tendremos que identificar la causa y tomar medidas para solucionarlo. Le contamos cómo en este artículo.
¿El pedal de embrague blando es un riesgo?
Es normal que un coche que lleva cierto tiempo circulando vaya cediendo a la presión de accionamiento y tengamos la sensación de que tenemos que hacer menos fuerza para pisar el embrague o que lo notemos más suave. Sentir que el pedal de embrague está blando en exceso o flojo sí es sinónimo de que hay algún fallo en el sistema.
Un embrague está compuesto por un sistema de accionamiento para efectuar la transmisión de marchas formado por varias piezas. Los componentes habituales son los siguientes:
- Disco de embrague
- Plato de presión
- Bombín
- Collarín
El disco de embrague y el plato de presión están conectados por una cara y son los que están acoplados al sistema de la caja de cambios del motor. Para que el pedal de embrague ejerza la fuerza necesaria que permite el cambio de marchas, tenemos el collarín de empuje y el bombín. Cuando el pedal no está apretado, el sistema está bloqueado en la marcha que indique la caja de cambios. Cuando apretamos el pedal, liberamos el mecanismo y podemos cambiar la marcha en la que está el coche.
Pedal de embrague blando: posibles averías en un embrague
Cuando notamos que el pedal de embrague está demasiado blando, es posible que alguna de las piezas del mecanismo esté dañada o que haya perdido potencia. Las siguientes son algunas averías que pueden explicar un embrague blando.
Líquido de frenos
Las distintas partes de un embrague están bañadas por un líquido que acumula presión para luego transmitirla hacia el plato de presión en el momento en que se acciona el pedal. Cuando el líquido está caducado o lleva mucho tiempo sin ser cambiado, esta presión desciende y sentimos que el pedal de embrague no tiene la fuerza suficiente como para activar el mecanismo.
Plato de presión
A veces, el problema va más allá de una simple cuestión de mantenimiento y es necesario cambiar el embrague por completo o sustituir alguna de sus piezas. Un plato de presión deteriorado puede provocar un excesivo reblandecimiento del embrague por la pérdida de presión. En estos casos, habrá que proceder a una sustitución en un taller profesional.
Mecanismo de resorte
Otro problema que podemos encontrar es que el propio mecanismo de resorte o muelle de retorno del embrague esté dañado o dado de sí, por lo que tendremos que acudir al taller para cambiar la pieza y permitir que el pedal vuelva a su posición original.
Si nota que el embrague de su coche está demasiado blando, no dude en comprobar el problema y descartar una avería grave antes de que este fallo dificulte el uso de la caja de cambios y se vea en apuros.