Al conducir nuestro coche, nos pasamos la mayor parte del tiempo observando principalmente el indicador de velocidad y de gasolina del cuadro de instrumentos. De los indicadores presentes en este cuadro, el que menos miramos es el indicador de temperatura. No obstante, su papel es fundamental para el correcto funcionamiento del vehículo. Si quiere saber cuándo es preciso no quitar la vista del indicador de temperatura y saber por qué la temperatura del coche no sube, se lo contamos todo aquí.
¿Qué función tiene el indicador de temperatura?
El indicador de temperatura, como su nombre lo señala, mide la temperatura del refrigerante del motor. A su vez, este líquido refrigerante se encarga de enfriar el motor para que no se produzca un sobrecalentamiento y para que el rango medio normal que marque el indicador oscile entre los 85-95 °C cuando el vehículo está en funcionamiento. La aguja del indicador se sitúa más o menos a la mitad del semicírculo.
Problema : no sube la aguja de la temperatua del coche
Cuando observamos que la temperatura del coche no aumenta y vemos que la aguja del indicador de temperatura del motor no termina de subir, nos encontramos ante un problema. Es un problema grave puesto que un coche nunca debería conducirse «en frío» para no forzar la mecánica del motor.
¿Qué puede estar causando que la temperatura del coche no suba? Las dos razones principales podrían ser las siguientes:
- una avería del mecanismo de la aguja del propio indicador
- y/o un problema con el termostato.
- Un problema con la bomba de agua
Avería del mecanismo de la aguja
Si nos percatamos de que la aguja del indicador de temperatura marca valores muy diferentes y empieza a moverse sin parar, puede que estemos ante un daño del sensor del sistema o de un problema con la propia aguja del indicador. En estos casos, habrá que reparar la aguja del indicador y revisar el sensor de temperatura para resolver la incidencia.
Fallo en el termostato del radiador
Dado que el sistema de refrigeración del motor se basa en la acción del termostato, una de las averías más comunes es que este último se haya estropeado. Es posible que el termostato falle quedándose cerrado o abierto, y esto conlleva a consecuencias sobre la temperatura del coche.
Cuando el termostato se queda cerrado, el refrigerante no puede circular correctamente, elevando la temperatura del motor y haciendo que esta sobrepase los 90 °C.
Cuando el termostato se queda atascado en abierto, el efecto es el contrario: el sistema trabaja en frío y no llega nunca a calentarse. El refrigerante pasará por el sistema de forma excesivamente libre y el motor no conseguirá llegar a la temperatura óptima de funcionamiento.
Ahora que sabe hasta qué punto es importante la temperatura del motor del coche, le recomendamos echar un vistazo al indicador del cuadro de instrumentos de vez en cuando para verificar que el motor de su vehículo esté a la temperatura correcta. Como todo en la vida, el equilibrio será la clave tanto para usted como para su coche.